Escribir nunca ha sido algo facil para mi.
Expresarme con el cuerpo es mi modo natural de manifestar mis ideas y emociones.
El lenguaje no verbal siempre ha sido el mas efectivo y significativo de mi existencia, el mas honesto y orgánico.
Pero ha llegado el tiempo de desarrollar mi comunicacion a través de las palabras, así que de ahora en adelante encontraran algo escrito por mí con cierta regularidad.
Esto de desplegar ideas por escrito me ha hecho recordar mis clases de Dramaturgia con el inolvidable Carlos Cerda. ¡Que manera de hacerlo sufrir! ¡Que paciencia tuvo conmigo!
Yo, una veinteañera ansiosa por llegar al final de las cosas, precipitaba los acontecimientos de las escenas creadas, pues no soportaba la idea de sostener un conflicto por largo rato. Claramente esto era totalmente antidramaturgico, por lo que el pobre profesor hacia su mejor esfuerzo por incentivarme a prolongar las historias que yo creaba. Algo logró, no mucho, pero al menos pude escribir una breve obra de teatro basada en un cuento de Juan Emar.
Afortunadamente, ahora no le temo al conflicto...
